ESTE BLOG, ESTA DEDICADO A TODOS LOS ESTUDIANTES DE LA CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACION, CON LOS CUALES ES GRATO COMPARTIR INFORMACION UTIL, ESPERANDO QUE LOS TEMAS QUE SE TOCAN AQUI LOS AYUDEN EN ALGUNA DE SUS MATERIAS.
viernes, 12 de enero de 2007
martes, 9 de enero de 2007
¡ENTREVISTA A LA VISTA!
Todo listo para abrir el micrófono. Comencemos ya la entrevista. Y anotemos algunas pautas, tan conocidas como olvidadas, para su mejor desarrollo.
EL LUGAR Aunque la entrevista sea breve, comienza ubicando el lugar donde la realizas (“Aquí estamos en plena Avenida Arequipa, en Lima, ustedes pueden oír el tráfico”) e identificando a la persona a quien vas a entrevistar (“nos acercamos a un taxista que conduce un Tico azul”). Una descripción, aunque pequeña, será bien recibida por el público. El entrevistador no sólo es la boca del oyente. También sus ojos.
EL NOMBRE Si el entrevistado es un personaje público, el entrevistador lo presentará (¡sería ridículo preguntar al alcalde cómo se llama usted). Por el contrario, si es alguien del común, no conocido por la gran audiencia, el entrevistador preguntará su nombre, de dónde es, en qué trabaja, para identificar a la persona que vamos a escuchar.
LAS PRIMERAS PREGUNTAS Algunos colegas entran directamente al tema central de la entrevista, incluso con preguntas a quemarropa. Otros prefieren ir escalonando preguntas sencillas y así, poco a poco, llegar a los asuntos candentes. Esto depende de varios factores. Por ejemplo, no es lo mismo entrevistar a un muchacho drogadicto que al guardián sobornado por los que venden la droga en la puerta del colegio. Con el primero, podemos emplear toda una pedagogía, hasta dar rodeos. Con el segundo, entraremos con fuerza, cuestionando su eventual complicidad.
EL RITMO Saber conducir una entrevista supone no desviarse del tema ni dejar que el entrevistado lo haga, hacer hablar al callado y hacer callar al charlatán, mantener un tono alto, saber cortar a tiempo, ir enlazando las nuevas preguntas a partir de las respuestas. Para lograr esto, hay que escuchar con atención lo que dice el entrevistado. Algunos entrevistadores “sordos” preguntan lo que ya se contestó y ni siquiera recuerdan el nombre del entrevistado.
EL FINAL Hay que saber finalizar la entrevista. Astutamente, los entrevistadores deslizan una pequeña señal antes de la última pregunta (“y ya para terminar”, “finalmente”, “por último, díganos”). En cuanto a la despedida, que sea tan amable como breve: “Muchas gracias”. También puede adoptar el estilo CNN: “Para Radio Tentación, Raúl Rodríguez, desde Ayaviri, Puno”.
¿LIBRETO O GUIÓN?
Con frecuencia, intercambiamos estas dos palabras, guión o libreto. ¿Significan lo mismo? No exactamente. Veamos. Un libreto es un texto completo que recoge todas las palabras que voy a comunicar. Un guión es, simplemente, un esquema de ideas. En el guión también se anotan datos y cifras que no queremos olvidar. El libreto será leído. El guión nos brindará una pauta para hablar a partir de ese esquema.
¿EN QUÉ FORMATOS RADIOFÓNICOS SE USAN LOS LIBRETOS?
En un informativo, las notas de prensa se escriben y se leen. No vamos a estar improvisando la información. También se suelen escribir los editoriales para garantizar que la opinión de la emisora quede bien clara. Los radioteatros y radionovelas se realizan con libretos. También los reportajes y radioclips se graban con libretos. Los spots, sean comerciales o educativos, se realizan con libretos.
¿EN QUÉ FORMATOS SE USAN LOS GUIONES?
La animación de los programas se hace siempre de manera espontánea, nunca con libretos. Igualmente, las radiorevistas se conducen con un guión, no hay que escribir todas las palabras. Los programas musicales y deportivos se trabajan con guiones. También los sociodramas y otras dramatizaciones sencillas. Para las entrevistas se prepara un cuestionario, pero nunca se lee éste delante de la persona entrevistada. Sirve como guión de preguntas. Las charlas también se hacen con un guión, no con libreto. No conviene confundir libretos y guiones. Si usamos libretos en los formatos que no los necesitan, los programas se nos volverán muy rígidos, la locución muy acartonada. Por el contrario, si descuidamos los libretos en los formatos que sí los requieren, todo se volverá un despelote.
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